Hace poco ingresé al grupo de “Quesenses Venezolanos”, una cuenta de
WhatsApp que tiene como fin de promover la cultura quesera artesanal
venezolana, en la cual hay diversos venezolanos alrededor del mundo
compartiendo experiencias, anécdotas, recetas, vivencias a través del queso.
La emoción que se siente saber que hay venezolanos en otras latitudes añorando
y recreando nuestros quesos artesanales es sencillamente una declaración de
amor y querencia por lo nuestro. El arraigo es indiscutible y cada uno desde sus
recuerdos mantiene vigente los sabores que se han trasmitido de boca en boca.
Sin embargo, debo decir que uno los desafíos que enfrenta un quesero
venezolano artesanal es:
- Obtención de la materia prima (leche fresca, cuajo, sal, envases, entre
otros) - Regulaciones sanitarias de la zona
- Espacio físico
- Temperaturas ambientales
Es importante hacer una previa investigación de las regulaciones sanitarias, sobre
todo a nivel alimentos artesanales, países como los Estados Unidos, Canadá,
Europa u Oceanía aplican rigurosos controles de sanidad aplicados a la
realización de productos artesanales.
La seguridad alimentaria es un factor fundamental que todo quesero artesanal
debe contemplar, ya que el consumo de alimentos contaminados es perjudicial
para la salud, es por ello que para evitar este desagradable episodio se debe
realizar una correcta limpieza, desinfección y eliminación de materiales
contaminantes tanto del espacio como de los utensilios necesarios en la
elaboración de quesos.
A fin de hacer un producto saludable y seguro para los consumidores, actualmente
mi guía ha sido “Guide for Implementing a Food Safety System in Small-Scale and
Raw Milk Cheese Plants” donde he comenzado a seguir los pasos e indicaciones
que se recomiendan para la producción a pequeña escala.
Cada país es diferente por lo que recomendamos a los queseros artesanales
cumplir con las normativas establecidas en cada localidad para hacer de nuestros
quesos un verdadero manjar saludable con sello venezolano.